09 agosto 2007

Día del amigo (tarde pero seguro)

El día del amigo lo festejamos en el restaurant del Club Hípico.
La comida fue abundante, al igual que el tinto.
Maxi, se lastró todo...hasta que le avisaron que cerraban la cocina.

Germán y yo pedimos salmón (mmm, parecia vieja de agua...un asco!)
Pero la verdad, la pasamos bárbaro.

Román, Jorge, Seba y Mariano no faltaron a la cita.
Todo esto fue gracias a Dieguito, quien se encargó de reservar con tiempo.
La cosa terminó en Floyd, jugando unos pools.
Y la frutilla del postre: El pelado lució una bola peluda en su frente y fue la reina de la noche.

03 agosto 2007

¿Qué querés que no llore?

Este es un relato que escribió mi suegro en referencia a la demolición del Estadio de Estudiantes.
Naty lo encontró y se lo mandó a Victor Hugo Morales, quien lo leyó muy emocionadamente ayer jueves 2 de agosto en el programa Competencia por Radio Continental.
Acá está, para que lo lean.
El que tenga sangre albiroja se va a emocionar...yo no soy del pincha, pero me hizo recordar con mucho cariño a mi abuelo, "El Tata" (hincha fanático de Estudiantes).

¿QUÉ QUERÉS, QUE NO LLORE?

- ¿Me llevas a la cancha? Le pregunté a mi viejo allá por el 50
- Mirá que la cancha es de madera…. Igual… ¿querés venir?
- ¡Si! le contesté.
Ese domingo, la vieja nos hizo la comida más temprano que nunca, alrededor de las 11 salimos para 1 y 57 (se jugaba 3ª, Reserva y 1ª), y con una mandarina en cada bolsillo, subimos al tranvía.
Al llegar vimos a un señor que gritaba …
-.¡El Alumni, el Alumni, con la clave…muchachos!!
Lo miré a mi viejo y le dije:
- Me la comprás? Tiene la foto de Infante en la tapa! (Por supuesto con la tapa en papel de diario y la foto en blanco y negro)
Me dijo que no, aunque con una mirada que lo decía todo, sé que hubiera querido comprarla.

Así fue mi debut en lo que, con el tiempo sería, mi querido y glorioso ESTUDIANTES DE LA PLATA.- En aquel tiempo ya lucía mi camiseta de piqué albiroja con escote en "V" y cada domingo por medio 15:30 hs.. se habían transformado en una cita ineludible.

Podría ser interminable la lista de quienes pisaron ese privilegiado cesped…….Infante, "el Payo" Pellegrina, Silvero, Pipo Rossi, Garcerón, Labruna, Grillo, Sívori, "el Diego", Patricio, Carlitos Lopez, Fortu, La Brujita, Caldera, …………….

Una noche, apelando a mi memoria, creo en 1954 ó 1955, estando en la "B" le cambiamos la condición de local a Nueva Chicago…era el último partido y volveríamos a Primera. Siete u ocho goles. Al final…….. todos con los fósforos "Ranchera" encendidos, con las luces del estadio apagadas! .......!qué magia!, qué pasión!, yo estaba extasiado!

Después vinieron alegrías y tristezas…enojos y broncas.
Ya era un adolescente y viendo un entrenamiento pregunté:
- ¿Dónde está Zubeldía?
- Ahí, es aquel; el de buzo azul y pantalones anchos con elástico en la botamanga…
Fue el comienzo de la gloria que todos conocen.
Allí este viejo estadio de madera vio jugar a la tercera que mata!
Allí tembló el bosque! con el gol de la Bruja al Palmeiras; con las noches de Copa con Peñarol y Nacional.
Allí los pájaros quedaban inmóviles en los árboles de la calle 1, para ver los lujos de Sabella, las pegadas del Bocha Ponce, los cabezazos de "Goltardi", las sutilezas de Trobbiani, los relevos de Russo...

Éstos, son sólo testimonios que pueden encontrarse en el archivo de cualquier diario.
Pero lo que queda en el alma son los ojazos de mi hijo varón al ver por primera vez el estadio; los recuerdos que no se encuentran en diarios y es muy difícil describirlos, sobre todo, para alguien como yo, un hombre común, que nunca escribió, que no conoce de técnicas o métricas, pero, que sí conoce y siente, la profunda emoción de las memorias que guardaba ese" viejo cofre de 57 y 1".-

Hoy, viendo el gran terreno baldío desde la vereda, sin poder contenerme, entré
Había un profundo silencio, pero agudizando el oído escuché:
- Si ve una bruja montada en una escoba, ese es Ve…………..!!
- La copa, la copa…se mira y no se toca……!!
- Estudiá … Estudiá….Estudiá…!!

Sería el eco de esos gloriosos tablones? Sería el eco de la techada de madera?
Sería el Ruso Prátola? Ángeles?, Duendes?, …despidiéndose. Todos empilchados con la rojiblanca, O serían palabras de Don Osvaldo diciendole a Spadaro, Fucceneco., Manera, Ribaudo, Togneri.. – "Tiren el centro, al primer palo, para que la peine Conigliaro y ….¡golazo en el segundo palo"! –
O, el Payo Pellegrina comentando: –"Mirá en ese arco, el de 55, el Beto Infante le hizo un golazo a Amadeo de cabeza en el que la pelota entró suavemente, como besando la red…
- ¿Qué arco? - Yo no veo ningún arco… es sólo un terreno baldío
- ¿Cómo un terreno baldío? No ves acaso los postes cuadrados con la red a la derecha de la techada de madera?
- ¿Tampoco escuchas los gritos?......
-No, no escucho nada!!!
YO SI LOS ESCUCHO,!! ….
¿QUÉ QUERÉS? ¿ QUE NO LLORE?

Alfredo Néstor FRACASSI.- Socio Vitalicio - Nº 62.168

Revista Alumni

Antes de que se inventara la radio a transistores, la única vía de comunicación que tenían los hinchas para conocer los resultados de los otras canchas era la revista Alumni.
El mecanismo era un tablero indicador colocado en un lugar visible de la cancha en la que aparecían los nombres de los otros equipos que disputaban los otros encuentros mediante una clave que daba la revista. Estaba constituído por chapas de colores, que mediante números y letras representaban los marcadores del resto de los partidos que se estaban disputando en ese momento.
Los datos los recibía un operador por teléfono para luego volcarlos en las mencionadas chapas.
(En relación al cuento ¿Que querés, que no llore?)